Maberok es un grandullón con pinta de serio. Pero, ojo, no te dejes engañar, porque en cuanto se le pasa el sustillo inicial, se transforma en el alma de la fiesta.

Sí, al principio se muestra tímido y hasta asustado, pero basta un poquito de paciencia y cariño para descubrir que lo suyo es jugar, corretear y repartir alegría a lo loco. Este grandote no quiere otra cosa que disfrutar de la vida y de la compañía humana ¡y perruna!

Es algo miedosiño y muy noble.

Se pasa todo el día tumbado junto a la puerta, todo tranquilito y cuando sale a patio, sólo quiere correr y jugar con sus amigos.

¿Te imaginas tener en casa a un compañero que convierte cualquier día gris en un festival de risas y lametones? Pues Maberok está listo para ser tu cómplice en todas esas aventuras.

APADRINADO POR: Denís Torrado.