Ficha de Topito
- Nombre Topito
- Clase Perro
- Desde 4-1-2012
- Sexo Macho
- Edad 19 años
- fecha de nacimiento 4/2005
- Raza
- Tamaño Pequeño
- Localidad Ponteareas (Pontevedra)
- Situación Casa de acogida
- ID 185
Descripción
HACE YA UNOS DOMINGOS...
.de Refugio Animales Ponteareas, el Martes, 7 de febrero de 2012 a la(s) 1:15 ·.
Hace ya unos domingos me encontraba en una terraza a la bartola disfrutando del sol, cuando hizo acto de presencia por estribor un perrucho menudo, sucio y despeluchado (aún así ...), que con una parsimonia digna de los que ya han alcanzado edades avanzadas, buscaba también su rayito de sol acomodándose en las hierbas de enfrente. Tan seguro de si mismo le vi, que no dudé en que su dueñ@ más pronto que tarde se daría a conocer, craso error el mío, pues el refranero haría valer su sabiduría haciendo realidad el dicho de "el que espera desespera" pues desde ningún punto cardinal se vislumbraba la esperanza. Echando mano nuevamente al refranero: preguntando se llega a Roma, dicho y hecho: Los hosteleros del barrio confirman que el perro lleva tiempo merodeando por la zona y sin más compañía que sus pulgas.
La preocupación por el prójimo me insta al acercamiento físico y para mi sorpresa, el simpático cánido no pone pies en polvorosa (algo común en estos casos), lejos de ello, ante las caricias nuestro gentleman se pone cómodo y dedicándome lo que parecía una sonrisa se recrea al sol panza arriba ante las atenciones recibidas. Hechas las presentaciones de rigor ponemos rumbo a casa y la que sería probablemente su primera comida decente en días, vista la voracidad con que dio cuenta de la opípara comida, cual Saturno devorando a sus hijos y la tremenda cantidad de agua con que regó la susodicha.
Por el camino a casa su centro de gravedad no era todo lo bueno que debiera y algo parecía fallar en sus cuartos traseros, que parecían luchar por mantener el equilibrio, achacándoselo al cansancio acumulado en sus jornadas de intemperie y hambruna. No sería nuestro protagonista motivo de preocupación alarmante hasta el día siguiente, cuando amaneció vomitando espumarajos blancos y con el sistema locomotriz bajo mínimos, Topito (que así se hace llamar nuestro héroe desde ese día) era incapaz de mantenerse en pie, rehusaba comida y bebida y la alegría que apenas unas horas antes recorría su cuerpo desapareció como por encantamiento.
Ponemos rumbo al veterinario (gracias Celia!) y se le hace una batería de pruebas, sin llegar a ser concluyente ninguna de ellas, su estado precisaba de una rápida toma de decisiones, entre ellas permanecer horas enchufado al suero, antibióticos a go-gó, protectores gástricos, derivados de la morfina para el dolor y más químicos que no recuerdo, así durante casi una semana de convalecencia en casa, un periodo complicado para él ahora que su vida empezaba a encarrilarse de nuevo, el refranero también tiene algo que decir al respecto y es que a perro flaco todo son pulgas (sic).
El caso es que Topito empezó a reaccionar a la medicación y una vez recuperado de tan graves dolencias ha demostrado y demuestra unas ganas de vivir contagiosas, de ello damos fe los dos humanos que compartimos techumbre con él, amén de los otros cinco perros que formamos esta familia... Bueno para ser sinceros hay uno de ellos que no acaba de empatizar con Topito, cuestiones de territorialidad o lo que sea, el caso es que Topito vive amedrentado ante las hostilidades de este otro macho y sin ofrecer resistencia ante ellos, por ello le es imposible compartir espacios comunes con el resto de los moradores.
A este problema se le suma la imposibilidad de hacernos cargo de un perro más, por ese motivo estás leyendo esto, para hacerte saber que estamos hablando de un canciño pequeño de nueve kilos, un excelente carácter para con sus congéneres y para con nosotros los humanos, si algo nos ha dejado claro es que buscarse problemas no es lo suyo, le vuelve loco salir a pasear, recibirnos con alegría cuando llegamos, no hace sus necesidades en casa ni rompe nada, va al veterinario sin bozal, todo le viene bien, vamos... ¡¡¡que es un chollo!!!
APADRINADO POR: Montserrat Fernandez
.de Refugio Animales Ponteareas, el Martes, 7 de febrero de 2012 a la(s) 1:15 ·.
Hace ya unos domingos me encontraba en una terraza a la bartola disfrutando del sol, cuando hizo acto de presencia por estribor un perrucho menudo, sucio y despeluchado (aún así ...), que con una parsimonia digna de los que ya han alcanzado edades avanzadas, buscaba también su rayito de sol acomodándose en las hierbas de enfrente. Tan seguro de si mismo le vi, que no dudé en que su dueñ@ más pronto que tarde se daría a conocer, craso error el mío, pues el refranero haría valer su sabiduría haciendo realidad el dicho de "el que espera desespera" pues desde ningún punto cardinal se vislumbraba la esperanza. Echando mano nuevamente al refranero: preguntando se llega a Roma, dicho y hecho: Los hosteleros del barrio confirman que el perro lleva tiempo merodeando por la zona y sin más compañía que sus pulgas.
La preocupación por el prójimo me insta al acercamiento físico y para mi sorpresa, el simpático cánido no pone pies en polvorosa (algo común en estos casos), lejos de ello, ante las caricias nuestro gentleman se pone cómodo y dedicándome lo que parecía una sonrisa se recrea al sol panza arriba ante las atenciones recibidas. Hechas las presentaciones de rigor ponemos rumbo a casa y la que sería probablemente su primera comida decente en días, vista la voracidad con que dio cuenta de la opípara comida, cual Saturno devorando a sus hijos y la tremenda cantidad de agua con que regó la susodicha.
Por el camino a casa su centro de gravedad no era todo lo bueno que debiera y algo parecía fallar en sus cuartos traseros, que parecían luchar por mantener el equilibrio, achacándoselo al cansancio acumulado en sus jornadas de intemperie y hambruna. No sería nuestro protagonista motivo de preocupación alarmante hasta el día siguiente, cuando amaneció vomitando espumarajos blancos y con el sistema locomotriz bajo mínimos, Topito (que así se hace llamar nuestro héroe desde ese día) era incapaz de mantenerse en pie, rehusaba comida y bebida y la alegría que apenas unas horas antes recorría su cuerpo desapareció como por encantamiento.
Ponemos rumbo al veterinario (gracias Celia!) y se le hace una batería de pruebas, sin llegar a ser concluyente ninguna de ellas, su estado precisaba de una rápida toma de decisiones, entre ellas permanecer horas enchufado al suero, antibióticos a go-gó, protectores gástricos, derivados de la morfina para el dolor y más químicos que no recuerdo, así durante casi una semana de convalecencia en casa, un periodo complicado para él ahora que su vida empezaba a encarrilarse de nuevo, el refranero también tiene algo que decir al respecto y es que a perro flaco todo son pulgas (sic).
El caso es que Topito empezó a reaccionar a la medicación y una vez recuperado de tan graves dolencias ha demostrado y demuestra unas ganas de vivir contagiosas, de ello damos fe los dos humanos que compartimos techumbre con él, amén de los otros cinco perros que formamos esta familia... Bueno para ser sinceros hay uno de ellos que no acaba de empatizar con Topito, cuestiones de territorialidad o lo que sea, el caso es que Topito vive amedrentado ante las hostilidades de este otro macho y sin ofrecer resistencia ante ellos, por ello le es imposible compartir espacios comunes con el resto de los moradores.
A este problema se le suma la imposibilidad de hacernos cargo de un perro más, por ese motivo estás leyendo esto, para hacerte saber que estamos hablando de un canciño pequeño de nueve kilos, un excelente carácter para con sus congéneres y para con nosotros los humanos, si algo nos ha dejado claro es que buscarse problemas no es lo suyo, le vuelve loco salir a pasear, recibirnos con alegría cuando llegamos, no hace sus necesidades en casa ni rompe nada, va al veterinario sin bozal, todo le viene bien, vamos... ¡¡¡que es un chollo!!!
APADRINADO POR: Montserrat Fernandez
