No ha quedado ningún árbol en pie dentro del refugio. Uno trás otro fueron cayendo durante la tarde de ayer destrozando las verjas, casetas, y parte de las instalaciones pero por fortuna ninguno de los perros ha resultado herido
La semana de temporal empezó el miércoles con la caída del primer árbol. Después el jueves nos encontramos tirado al inmenso árbol que estaba en medio del canil en el que está nuestro LILO, nuestro pastor solitario, que estaba muerto de miedo
Por último, ayer, el colofón de la desgracia. Delante de los voluntarios que estaban con ellos y, por supuesto, rozando a los perros, uno trás otro iban cayendo el resto de árboles que había dentro del refugio.
Este fue el resultado:
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información . Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o configurar tu navegador para rechazar su uso clicando AQUÍ.