XUSTIZA PARA BÁLDER

09-01-2016

Habría renunciado a un pedazo de mi corazón si con ello no tuviese que escribir estas palabras. Hay vivencias que te marcan para siempre, sientes que el daño que producen no sanará jamás y pase el tiempo que pase seguirán latentes, doliendo, desgarrando y quemando por dentro. El tiempo no cura sólo enseña a vivir con el dolor. Muchas veces desearía perder la conciencia para dejar de sufrir la crueldad de este mundo que habitamos, que no respetamos, que destruimos.
Sé que las personas que nos leéis sufriréis con esto, pero si queremos cambiar las cosas es necesario conocer la realidad y hacer que el máximo número de personas la conozcan.
El lunes por la tarde recibimos una llamada, era un chico bastante nervioso, se acababa de encontrar a un cachorro en muy mal estado y su madre no le dejaba llevarlo a casa. Cuando una voluntaria fue a recogerlo se encontró a un pobre bebé inmóvil, gimiendo, un bebé al que aún no le habían caído los dientes de leche.

Lo llevó rápidamente al veterinario, la gravedad de la situación lo requería. Una vez allí comprobaron que no tenía sensibilidad en sus patas traseras, estaba hipotérmico, con diarrea y vómitos. Le pusieron un suero para estabilizarlo y proceder con las pruebas diagnósticas. El veterinario pronto descubrió porqué no se movía, no era de nacimiento, ni se había caído, no lo habían atropellado sin querer ni nada que pueda encajar en una mente sana. 
La causa de su parálisis era la crueldad, la maldad, la deshumanización, la violencia en su máximo grado, sí, a nuestro bebé le habían disparado un tiro muy certero en la médula.

Un sujeto o sujetos aprovechándose de su inocencia e indefensión, de su confianza nata en el ser humano, le disparó y lo dejó allí para que muriese lentamente. No puedo sacarme su imagen de mi cabeza, no puedo dejar de recordar una y otra vez su mirada de dolor, no puedo dejar de oír las lágrimas de mis compañeras, no puedo creer que no se pudiese salvar, no deja de doler el pecho. 
Cómo encajar semejante barbaridad, como aceptar convivir con sujetos capaces de mirar a los ojos a la imagen de la ternura y la bondad y dispararle sin compasión alguna, eso no podemos aceptarlo y nunca podremos. 

El martes el pequeño bebé se fue para siempre, se fue sin tan siquiera tener un nombre, se fue de un mundo al que vino para sufrir la violencia del ser humano, una violencia que probablemente también sufrieron su madre y hermanos. Tan solo era un bebé, un bebé al que proteger y cuidar, un bebé al que todos desearíamos acurrucar y decir, tranquilo ahí fuera hay personas que te cuidarán y protegerán siempre, que nunca permitirán que nada malo te pase, que velarán por ti, que te guiarán y acompañarán siempre. 
Era solo un bebé, un bebé de dientes de leche, un bebé desprotegido, un bebé al que no pudimos salvar del mal.
Queremos recordarlo como Bálder que significa personificación del bien, de la luz y la belleza y Dios de la elocuencia y la sabiduría. 
Bálder fue asesinado, su muerte fue estudiada y premeditada, el arma que usaron se llama comunmente matagatos y se compra sin ningún tipo de licencia en ferreterías, es habitual ver a niños con ellas, niños que son capaces de disparar, niños a los que sus padres enseñan la violencia y el uso de armas, que aprenden en casa que cazar es bueno y a no sentir ningún tipo de empatía hacia su presa. Esos niños serán adultos violentos y carentes de escrúpulos. 
Queremos denunciar este caso, necesitamos hacer justicia para Bálder, necesitamos que su muerte no sea en vano, necesitamos vuestra colaboración. Bálder fue encontrado en Santa Eulalia de Batalláns, As Neves, si alguien vio algo, si alguien sabe a ciencia cierta quien fue que nos lo comunique. Vamos a denunciar esto y llegar hasta el final. Así mismo si alguien conoce establecimientos donde se vendan este tipo de armas también pedimos que nos lo comuniquen.