Chicholina

Chicholina 2014-12-24 HASTA PRONTO PRINCESITA CHICHOLINA...

No hay consuelo, nunca es suficiente trabajo. Das todo lo que está en tus manos y más y aún así a veces ocurren desgracias.
De repente, casi sin esperarlo, con pequeños indicios casi imperceptibles, tus compañeros fueron a por ti, y tú, pequeña y débil, nos has abandonado.
Es terriblemente injusto. Siete años en el refugio esperando la oportunidad de tener la familia que nunca llegó, nadie supo ver la belleza que otros veíamos.

Verte siempre encima del tronco vigilando, tan preciosa con tus pelos de colores. Tus agudos y dulces ladridos que no molestaban. Tu manera de mover la colita cuando te iban a dar mimos. Como te agachabas con timidez ante las caricias, pues aunque te gustaba el cariño que te dábamos no podías evitar tener algo de miedo.
Es terrible que ocurran estas cosas, sientes un dolor e impotencia que no se pueden consolar. Sólo sientes ganas de parar, se te agotan las fuerzas. La gente sigue sin tener conciencia sobre lo que sufrís, sobre cuantos sentimientos tenéis.

La vida en el refugio es terriblemente dura y tú aguantaste siete largos años, inviernos y veranos, hasta que, de manera inexplicable y terrible, ya no estás. No te merecías este final Chicholina, nunca te metías con nadie. Eras invisible sin merecerlo.

No me dejan las lágrimas ver el teclado pues es tan injusto todo…
El único consuelo que existe es que donde estás ya no existe el dolor. Allá arriba no hay injusticias, no hay ataques, no hay sufrimiento. Sólo hay paz.
Descansa Chicholina y gracias por darnos a algunos la oportunidad de conocerte y disfrutar de tu compañía. Gracias por transmitirnos tanta dulzura y alegría cuando íbamos a saludarte.
Nuestro trabajo sigue por ti y por los demás. Nunca acabará.
Eres una brillante estrella en el cielo que todas las noches nos iluminará.

“Quiero entregar tu sonrisa a la luna y que de noche quien la mire pueda pensar en ti porque tu amor para mi tu amor para mi es importante”.

“Mañana saldré de viaje y me llevaré tu presencia para que no se vaya y siempre vuelva”.