PIRULA, PODENQUITA DE ORO

16-04-2012

Se llama PIRULA y es una de las habitantes más veteranas del refugio; sin embargo, todavía no ha cumplido los 7 años de edad.

Un niño que paseaba en bicicleta por el monte en Vilasobroso (Ponteareas) en setiembre de 2005 dió el aviso de 2 cachorritas casi sin pelo abandonadas. Cuando fuimos a recogerlas no eran 2, eran 4, 3 hembras y un machito de unos 2 meses los que estaban diseminados entre los matorrales muertos de hambre y llenos de miseria. Y allí estaba PIRULITA, a la postre la única que tendría “algo” de suerte.

En poco tiempo el moquillo y el parvovirus barrieron en el refugio a sus hermanos, uno tras otro. PIRULA también los tuvo, ni se contaba con ella, con 4 meses era un espectro andante y solo ella sabe de dónde sacó fuerzas de aquel cuerpecito de podenca minúscula para sobrevivir, pero lo hizo. En esta foto con 5 meses empezaba aún a ver de nuevo la luz.

Y hasta aquí su porcentaje de suerte en la vida, si se le puede llamar así. Porque esta dura y frágil podenquita de oro sigue pensando que no hay nada más allá de la reja del refugio, donde lo único que les espera es seguir sobreviviendo, no vivir.

PIRULA es menuda, de carita tierna, cariñosa pero con recelo, lista, muy lista, casi una sabia. Se le pasaron los años de juegos sin juegos, no había tregua para crecer despacio y lo hizo deprisa, muy deprisa. Sabe todo lo que se puede saber del refugio, pero nada de la verdadera vida que hay fuera de él. 

Pero ella piensa que lo sabe todo de todo, porque no conoce nada más.

APADRINADA POR CARLA MEGIA, LUZ MIGUEZ